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Efectos secundarios de las vacunas en perros

 

Las vacunas han sido aliadas muy importante en la prevención y control de enfermedades en nuestras mascotas. También han sido un apoyo para el control de zoonosis (enfermedades transmisibles de animales a humanos) como por ejemplo, la rabia. No obstante, las vacunas pueden tener efectos secundarios al momento de ser inoculadas   o algunas horas después. A continuación te contaremos algunos de estos efectos para que no te asustes y estés preparado a la hora de vacunar a tu pequeño.

Las vacunas en los perros

Las vacunas además de proteger a nuestros pequeños contra enfermedades potencialmente fatales, nos ayudan a prevenir la aparición de enfermedades menos graves, pero que de igual manera alteran el bienestar de nuestro pequeño, si son muy contagiosas y que si no se controlan, provocan grandes focos infectivos.

Una vacuna se compone de las enfermedades, ya sean virus o bacterias inactivas o muertas, las que provocan que el sistema inmune de nuestra mascota detecte la presencia de estos “extraños” y cree anticuerpos contra ellos. Al estar muerta o inactiva la enfermedad, son reducidos rápidamente por su organismo, guardando en la memoria inmunológica los guerreros para atacar nuevamente cuando aparezca alguna de las enfermedades inoculadas mediante la vacuna.

Efectos secundarios de las vacunas

A pesar de sus múltiples ventajas, las vacunas tienen algunos efectos secundarios que expondremos a continuación:

– Desarrollo de la enfermedad que se desea prevenirPodría pensarse que, al introducir en nuestro perro el microorganismo causante de la enfermedad, éste podría sufrir la enfermedad en cuestión. Sin embargo, esto es muy raro, y se puede descartar en la práctica.

– Reacción anafiláctica: Es una reacción aguda, que se desarrolla poco tiempo después de la administración de la vacuna y se basa en una alergia. En estos casos se puede observar hinchazóny, lo que es más peligroso, dificultad para respirar. Aunque ciertos casos leves pueden responder a antihistamínicos, se suelen administrar corticoides por su alta eficacia antinflamatoria y prevenir complicaciones. Al igual que la mayoría de los procesos alérgicos, es difícil de prevenir al principio, ya que no se puede saber si el animal tiene alergia a un medicamento, hasta no haberlo administrado. De todos modos, en los animales susceptibles de sufrir alergia, se recomienda usar la misma vacuna que se sabe no le provoca alergia, o administrar antes un antihistamínico para reducir los síntomas.

– FiebreComo hemos dicho, el objetivo de las vacunas es hacer que el organismo del perro cree defensas, y esto es un estrés para el sistema inmune de nuestro perro. En estos casos, se puede ver al animal más decaído de lo normal y puede tener fiebre. Afortunadamente estos síntomas no suelen ser graves y desaparecen en uno o dos días. De todos modos, al igual que en caso anterior, si se da esta situación recomendamos consultar con el veterinario. La única forma de prevenirlo es usar vacunas adecuadas a la edad y estado del perro, y no vacunar animales enfermos. Por esto es importante que el veterinario realice un examen clínico de tu mascota antes de proceder a la vacunación del mismo.

– Otros problemas: Existen otros efectos secundarios de las vacunas para perros, como adormecimiento, apatía, vómitos, diarrea e incluso la inflamación de la zona.

Como hemos visto, las ventajas de las vacunas superan mucho a sus efectos secundarios. De todos modos, para minimizar éstos, se recomienda adaptar el programa de vacunas del perro a las características del mismo y de su ambiente en el que vive, para cubrir aquellas enfermedades que suponen un riesgo para él y evitar vacunas innecesarias.

Si observas que tu perro presenta alguno de los efectos secundarios que hemos mencionado anteriormente, no lo dudes y ponte en contacto con tu veterinario lo antes posible.

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